jueves, 29 de septiembre de 2016

Una nota hallada en la mesa de luz



Me voy. No cerrés la última puerta.

Es probable que mis pies ya no vuelvan
a esconder su impureza en las alfombras.
Extrañaré el color de tus gritos,
olvidaré el camino de regreso a casa.

Pero algo de mí volverá todos los días
cuando la noche me preste
un piano para estrangular la distancia
y una boca para decir el frío.

Me voy. Se hace tarde.
No me esperés con tus panes hambrientos.

Quiero probar el olvido…


De ‘‘Edel III: ventanas e historias de renacidos’’

Omar Ochi