Cabalgó
varios días por una región de dragones y hadas. Cruzó un bosque encantado.
Llegó al castillo de la muchacha que había dormido durante un siglo. Cuando abrió
la puerta de su habitación dispuesto a besarla, encontró allí una extraña
máquina y a la dulce joven riendo en los brazos de un hombre robusto, con un
largo flequillo, dos aros en su oreja derecha y una camisa desabotonada, quien
le dijo: «Llegaste tarde, papu. En el siglo veintiuno aprendí que no se
necesita ser un príncipe para enseñarle a una mujer que puede despertarse por
sí misma y romper cualquier hechizo cuando la niña que la habita le avise que
es hora de volver a mirarse en el espejo para descubrir que es una persona
completa».
De ‘‘La tercera máquina del olvido’’
Omar Ochi
Bello msj.. aunq la historias clasicas son hermosas creo q valorarse a si mismo es lo mas hermoso q se pueda tener en la vida, seguir y seguir adelante buscando el camino pra poder continuar y no depender de otros es lo mejor.
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