miércoles, 6 de noviembre de 2019

Sobrenatural


El hombre de la armadura de arena
descubre un cuenco de agua y luz
en la boca del desierto
y en la noche de los escorpiones.
El almacenero de mi barrio
despierta a las seis de la mañana
con una mujer atravesada en su garganta
y, a eso de las diez y media,
le entrega un bollo de pan
a un niño sin rostro
que corre hacia otro niño
y le pregunta: ‘‘Este pedazo de cielo
que hoy nos hacía falta
¿es un verdadero milagro?’’,
y el ángel sin lengua responde:
‘‘No sé, no entiendo lo que se dice
con palabras de viento y harina,
pero estoy seguro de que existe algo más’’.

La mujer encadenada
frente a la edad del olvido
cierra los ojos, abre un gemido
y se convierte en el pájaro
que los esclavos del peor Adán
recuerdan para potenciar el dolor.
La anciana que mendiga
billetes arrugados en su silla de ruedas
agacha la cabeza, levanta la frente,
encuentra la sonrisa
de un artista que se detiene en la vereda
(detiene el mundo)
y le dice con las cinco cuerdas
de su guitarra rota:
‘‘No tengo oro, ni gemas, ni un mango.
Tampoco algún boleto a París bajo la manga.
Pero esto que te doy ahora
es el valor, el precio, las alas y el reflejo
de que existe algo más.

El perro que lame la primera lágrima
de la muchacha que empieza a llorar
por desempleo, acoso o desamor;
el soldado que regresa a casa
con dos piernas, dos brazos y tres vidas;
el caminante que alcanza la cima,
el beso de una estrella,
la moraleja de la montaña
cuando parecía que todo estaba perdido;
aquel cerro, este río, los puntitos blancos
en el mapa de los mártires
que alimentan a su enemigo,
el abrazo, el maná, el amor de una madre
son complicidades
del barro y las manos
que intentan decirnos
que siempre existirá algo más.

Existe algo más…
                    Hay algo más…

Hay alguien más en este país
donde ‘‘Nadie’’ es tu nombre
para huir de la cueva del cíclope
o, acaso, el único ojo
con el que estás acostumbrado a mirarte.


Omar Ochi



1 comentario:

  1. Muy fuerte pro es hermoso apoyar y levantar el autoestima de otros.. perdon q te acose x el blog.. me cuesta callar mis voces y las respondo leyendo tus poemas...

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